Antes de que prosiga su viaje –escalando senderos escaprados, surcando el mar a bordo de un barco, cabalgando por las estepas de Asia-, antes de que llegue a la morada de los desconfiados escitas, descubra las maravillas de Babilonia y sondee los misterioes del Nilo, antes de que ocozca cien nuevos lugares y vea mil cosas incompresnsibles, Heródoto aparecerá fugazmente en una clase mgistral que la catedrático Biezunska-Malowist pronuncia dos veces por semana antes los estudiantes del primer curso de historia en la Universidad de Varsocvia
Desaparecerá en un segundo y tan definitivamente, que ahora, cuando pasados muchos años reivso mis apuntes de aquellas clases, ni siquiera encuentro en ellos su nombre. 
Al notarme incapaz de pegar ojo, sqqué de la bolsa el libro que Tarlowska me había regalado para el viaje. El ejemplar de la hIstoria de Heródoto era un volumen mjy grueso, con cientos de páginas. Los libros así tienen un aspecto tentador;m son como una invitación a una mesa llena de manjares.
Pasó la noche y se levantó el día. Con los ojos pegados a la ventanilla, por primera vez veía un espacio tan vasto de nuestro planeta. Una visión así puede inspirar pensamientos sobre la infinitud del mudno.
Más aún: descubri una relación entre tenern nombre y existir, pues cada vez que volvía al hotel me daba cuenta de que en la ciudad había visto tan sóo aquello que sabía nombrar, por ejemplo recordaba una acacia poero no el árbol que crecía junto a ella, porque desconocía su nobmre. En una palabra, compmrendí que cuanto más vocabulario atesorase, más pronto –y más rico en su inabarcable diversidad- se abriría ante mí el mundo.
Vi la escena siguiente: una anciana saca de un pliegue de su sari un puñadito de arroz. Lo vierte en un cuenco. Empieza a mirar en derredor suyo, a lo mejor en busca de agua o tal vez de fuego, para hervir aquella exigua cantidad. En el cuenco clavan sus miradsas unos niños que están paiñados alrededor. De pie, sin mover un músculo y sin decir palabra, permanecen con la vista fija en el arroz durante un rato. El rato se rolonga. Los niños no se abalanzan sobre el arroz, éste es poiedad de la anciana; tienen inculcado algo, algo más fuerte qe el hambre.
Tenía yo entonces diez años y el que nadie me quisiese comprar aquellas dichosas pastillas de jabón me hizo verter la mitad de las lágrimas d etoda mi vida. En todo un día de ir d e casa en cas a no vendía ningua o, como mucho, una. En una ocasión logré vender tres y regfresé a casa radieatne de felicidad. 
Pasados los años, cuando vi que en la >India millones de personas iban descalzas, afloró en mí un sentimiento de comunión, de hermandad con aquellas gentes, y a veces incluso me embargaba ese estado de ánimo que se experimenta cuando seregresa al hogar de la infancia. 
El profsor Deussen, gran indólogo alemán y amigo de Nietzsche, se´gun lei´, explica el meollo de la filosofía d elos hindúes de la siguiente manera;” El mundo no es sino maya, una ilusión –esxribe-. Todo es ilusorio, con una única expcepción: mi propio yo, mi atman… al vivir, el hobmre siente que es todas las personas y todas las cosas, aí que no puede anhelar nada pues tiene todo lo que es posible tener, y al sentirse todo, no puede hacer daño a nadie ni a nada pues nadie hace daño a uno mismo.”
¿Cómo es el pequeño Heródoto?
¿Sonríe a todo el mundo y alarga de buen grado su manita para estrechar otras manos o, por el contrario, se muestra receloso y se oculta tras las faldas de su madre? ¿Acaso es un llorica y un gru´ñón impenitente, hasta el punto de que su madre,cansada, llea a exclamar, a veces, mjientras exhala un dolido suspiro:”¡Dioses!, ¿para qué parí a este niño?”. ¿Es un niño obediente y bueno?, o tal vez agota a todo el mundo con sus preguntas: “¿Cómo es que exsites el sol?¿Por qué está tan alto que no se puede alcanzar?¿Y por qué se esconde en el mar?¿No tiene miedo de ahogarse?
También me daba cuenta de que un reportero polaco no era más que una mota de polvo frente a esa inmensidad que respondía al nomber de China y de que mi persona y mi trabajo no significaban nada ante las ingentes tareas a las que se enfrentaban todos.
Y si partimos del supuesto de que los chinos levantaron urallas ininterrumpidamente durante cientos e incluso miles de años, si tomamos en consideración el-siempre alto-número de aquéllos, su entrega y disposición al sacrificio, su disciplina ejemplar y su laboriosidad de hormigas, obtendremos un saldo de cientos de millones de horas gastadas en construir murallea, horas que en un país pobre se habrian podido emlear en cosas tan útiles como aprender a leer y aprender un oficio, en cultivar nuevos campos y criar un hermoso ganado. 
Tal cosa resultaba una quimera, pues la primera reacción ante cualquier amago de problema era otra bien distinta: levantar una muralla. Encerrarse, separarse. Pues todo ,lo que llegaba del exterior, desde allí, no podía ser otra cosa que un peligro, el anuncio de una desgracia, un augurio del mal, vaya, la mismísima encarnación del mal. 
Confucio dice que la persona nace en el seno de una socidad, luego tiene una serie de obligacions. Las más importantes son; cumplir las órdenes del poder y obedecer a los padres. Y también : respetar a los antepasados y a la tradición.
Si quieres sobrevivir, conviértete en alguien inútil, innecesario. ÇInstálate lejos de la gente, sé un ermitaño interior, conténtate con un cuenco de arroz y un sorbo de agua. Y lo más importante: observa el tao. (…) Tao significa camino, y observar el tao consiste en no abandonar ese camino, en seguirlo a donde lleve.
Cuando paseo junto con el compañero Li por las calles de Shanghai y a cada momento me cruzo con un chino, me pregunto si es éste confuciano, taoísta o budista, o sea, si pertenece a la escuela –denominada en chino- Ju, Tao o Fo.
A mí en cambio también me atraía aquello que se encontraba más allá de esos mundos: me tentaban neuvas personas, nuevos caminos, nuevos cielos. El deseo de cruzar la frontera, de escudriñar lo que se encontraba más allá de ésta, seguía vivo en mi interior. 
Todos sabemos poco sobretodos las cosas, pero yo desconocía por completo la parte de l mundo que me habían asignado. Por eso me pasaba las noches documentándome sobre las guerrillas en la jungla de Birmania y Malaisia, sobre las rebeliones en Sumatra y Célebes o sobre la revuelta de la tribu moro en Filipinas. Otra vez el mundo se me revelaba como un tema inmenso que era imposible escrutar y abarcar. Tanto más cuanto que no disponía d emucho tiempo, pues el trabajo en la redacción me ocupaaba días enteros: a cada momento, procedentes de muchos países, llegaban despachos de prensa que se tenían que leer, traducir, abreviar, redactar y enviar a los periódicos y a la radio.
Heródoto empieza su libro con una frase en la que explica por qué y para qué lo había escrito: 
Heródoto de Halicarnaso va a apresentar aquí frutos de sus investigaciones lelvadas a cabo para impedir que el tiempo borre la memoria d ela historia de la humanidad, ymenos que lleguen a desvanecerse las grandes y maravillosas hazañas, así d elso griegos como de lso bárbaros. Con este objeto refiere una infinidad de sucesos varios e interesantes, y expone con esmero las causas y motivaos de las gurras que se hicieron mutuamente los unos a los otros. 
La gente se rúne alrededor del fuego para contar historias. Más tarde se llamarán mitos y leyendas, pero en el momento en que se cuentan y se escuchan, todo el mundo cree que son purísima verdad, la realidad más real. 
Las opiniones pronunciadas por el oráculo y transmitidas a aquellos que las han pedido suelen caracterizarse por prudente ambivalencia y nebulosa turbiedad. Son textos compuesto sde tal manera que en caso de equivocación (y éstas se producían con bastante frecuencia) el oráculo pudiese hábilmente dar marcha atrás, escabullirse de todo el asunto conservando la cara. 
¿Quién hay tan necio que prefiera sin motivo la guerra a las dulzuras de la paz? En ésta los hijos dan sepultura a sus padres, y en zquélla son los padres quienes la dan a sus hijos. 
¿Cómo trabaja Heródoto?
Es un resportero nato: viaja, observa, habla con la gente, escucha sus relatos, para luego apuntar todo lo que ha aprendido o, sencillamentes, recordarlo.
Pues Heródoto no se contenta con lo que alguien le ha dicho, sino que intenta comprobarlo todo, contrastar las versiones oídas, formarse una opinón propia. 
El libro era en aquel entonces una rareza; las inscripciones sore piedras y murallas, rareza y media. 
Heródoto lo comprende, e igual que el reportero o el tenólogo, intenta mantener un contacto directo co sus protagonistas APRA no sólo escuchar lo que le cuentan sino tambien ver cómo lo cuentan y cuál es su comportamiento en esos momentos. 
Heródoto edescubre algo más, a saber: la diversidad del tiempo o, mejor dicho, las muchas maneras de medirlo. En épocas pasadas los sencillos campesiones lo medían de acuerdo dcon als estaciones del año; los habitantes de las ciudades, con las generaciones; los cronistas de la Antigüedad, con la permanencia en el poder de las dinastías. 
Parte de la respuesta la proporciona el propio camino. El movimeiento. El viaje. Así es: resultado de sus viajes, el libro de Heródoto es el primer gran reportaje de la literatura universal. Su autor está dotado de una intuición, una vista y un oíod e reportero. También es incansable.
Heródoto viaja con el fin de encontrar una respuesta a su pregunta de niño;¿cómo es que en el horizonte aparecen naves? ¿De dónde han salido?¿De qué puerto han zarpado? O sea que lo que vemos con nuestros propios ojos, ¿no es aún el límite del mundo?¿Hay otros mundos todavía?¿Cómo son? Cuando crezca, querrá conocerlo.s Aunque más vale que no crezca del todo, que conserve un poco de ese niño curioso que es, pues sólo los niños plantean preguntas importantes y de verdad uiern aprender. 
La persona que deja de asombrarse está vacía por dentro; tiene el corazón quemado. En aquellos que lo consideran todo déjà vu y creen que no hay nada que pueda asombrarlos ha muerto lo más hermoso: la plenitud de la vida.
jueves, 23 de diciembre de 2010
jueves, 9 de diciembre de 2010
Extractos de "Don Juan", de Torrente Ballester
[Nota: Imagine el lector que hay esto (...) entre párrafo y párrafo]
-Polilla querido, la Creación es un cosmos, es, a saber, un Orden donde cada ser toca su pito, componiendo entre todos la universal armonía. A nosotros nos ha cabido en el reparto el papel de tentadores y atormentadores. 
-Estás anticuado. La Creación no es un Orden, sino un Capricho. El Otro la ha inventado porque le dio la gana, y está llena de seres gratuitos cuyos pitos disuenan entre los demás pitos componiendo una universal barahunda. El propio Dios es una disonancia. 
El más grande de nuestros poetas se ha inventado una máxima que revolucionará nuestra moral. "Sé fiel a ti mismo", dijo. Esto quiere decir: has sido predestinado. Sé fiel a la predestinación.
-Y vosotras a rezar. Cuarto misterio...
Entonces sucedió que los contornos de las cosas comenzaron a doblarse. Las palabras del rezo parecían también de goma y salían lentas y dobladas; los asientos de las sillas se ablandaban y hundían...
-Al mismo tiempo que brujo soy el padre Welcek, agustino, profesor de la Universidad.
En los archivos de la Santa Inquisición, proceso por la muerte de Welcek, constan escritas y firmadas por su mano las siguientes palabras de la Celestina.
Entonces comenzó a dar señales de poder diabólico y a hacer prodigios. Me obligó a traer a las chicas, sacándolas de sus rezos. 
-No sé. Pero al revelarme el nombre de Don Juan fue como si hubieran sembrado un niño en mis entrañas.
Soñé que en el interior de mi cerebro metían un huevo como de ave.
-El placer no me interesa. Me refiero al modo de conquistar a las mujeres. 
-Ha surgido una complicación rarísima. El alma de mi amo ha emigrado esta noche un par de veces de su cuerpo.
-Pero cuando se es uno, como Satán, como cualquier hijo de vecino, el que quiere creer que es lo que desea ser tiene que desdoblarse y creer en sí mismo como si fuera otro.
-Usted sabe perfectamente que el hombre puede cambiar su ser mientras alienta, puede rectificar, enderezar, arrepentirse o enderezarse; pero la muerte fija definitivamente su verdadera forma de ser, de modo que si Don Juan murió siendo Don Juan, lo será eternamente y en serlo consistirá su condenación.
-La virtud de mis palabras tenía mayor alcance de lo que yo hubiera sospechado, porque conforme hablaba Sonja se prendía en ellas, se dejaba envolver por algo que las acompañaba y escondía su vulgaridad y la acercaba a mí, la atraía.
-¿Qué es lo que quiere entonces?
-Que esa mañana del primer despertar, y las mañanas sucesivas, una a una y cada día un poco, descubra que soy mejor que Don Juan, y sobre todo que soy distinto. 
Decían sus primeras líneas: "J'ai plus de souvenirs que si j'avais mille ans." Pido el verso prestado a mi amigo Baudelaire, a quien conocí algo tarde: había escrito ya un bello poema sobre mi entrada en el infierno y proyectaba un drama, que no llegó a escribir, sobre mi muerte. Para mi amigo Baudelaire, yo era un personaje aburrido y melancólico, aunque simpático...". Y después de este preámbulo y de unas líneas más, hablaba de los Tenorios de Sevilla.
Hay otra diferencia: Charles perdió a su padre de niño, y vivió enmadrado y celoso. Mi madre, doña Mencía Ossorio, murió al parirme, y viví durante los años de mi infancia bajo la autoridad de mi padre, que me amaba a su modo, pero que jamás me perdonó la muerte de mi madre. 
Las enseñanzas de mi padre y las de don Jorge venían de distinta fuente, nadie se cuidó de juntarlas, ni yo mismo. Conexistían dentro de mí sin contradicción ni pelea, pero no fundidas, sino superpuestas. 
Don Gonzalo de Ulloa parecía un actor, acaso un gran actor, pero de los que creen que vivir consiste en eso, en pasar de la persona a la personalidad, instalarse en ella y expresarla. 
¡Qué hermoso era el amanecer! Como el cuerpo dorado de Mariana, ahora sosegada, silenciosa, los labios entreabiertos y sonriente. En algún lugar de mi alma algo se preguntaba por el significado de un cuerpo de mujer, y en ese mismo lugar, viva como una brasa, permanecía la huella de un misterio, aquella noche rozado. 
Porque para mi corazón, mis antepasados estaban por encima de los ángeles. No es mía la culpa. Así me lo habían hecho entender desde niño. Y tenía su cólera por más temible que la de Dios. Dios se limita a enviar al infierno a los pecadores, pero la cólera de los Tenorios muertos produce deshonor. 
-Os presento a don Juan, mi hijo.
Incliné la cabeza, un grado más que si me hallase ante el rey, un grado menos que si me hallase ante Dios, y ellos alzaron la mano diestra. 
Gonzalo, no valía la pena sacar a tantos muertos de las tumbas. Lo encuentro exagerado.
Y un Tenorio puede perder su alma, nunca el respeto de sus muertos.
Tuve en aquel momento la intuición de que los Tenorios no habían amado unca, de que en la falta de amor se había cimentado su fortaleza. Ni siquiera mi padre me miraba con ternura.
Las cosas, sin amor, eran más fáciles.
-No es necesario. Nuestra ley no es ley de dios, sino de sangre. Es una ley mundana.
-Vivía como si no existiera, iba en carroza camino a la santidad, pero resulta que el cuerpo existe y que sirve para algo. 
-No estoy en pecado; soy pecado. 
Tuve que preguntarles, con voz respetuosa, si tenía monos en la cara. Ellas, entonces, se santiguaron y huyeron. 
Se me ocurrió que, al apartarme de Dios, caía de la parte del demonio, y esto me inquietó. Jamás he sentido por Satanás la menor simpatía. Lo encuentro innoble y sucio. me repugna, sobre todo, su falsedad. 
-Hay, por tanto, que ser listo, y engañar. De día, iglesia; de noche, juerga.
-Todo es cuestión de cómo le eduquen a uno, de las cosas que le inculquen. Yo, buen señor, soy un noble. A mí de pequeñito, me enseñaron que no hay que tener miedo, y que lo peor que puede suceder a un noble es ser cobarde. 
-San Juan Tenorio. no suena mal, ¿verdad? San Juan Tenorio, patrón de los cornudos, diría el Comendador. Y Santa Mariana, la arrepentida.
-Ya. Lo que su amo buscaba era la perfección de la blasfemia.
-Fuera, en todo el ámbito del Universo, la música seguía, y el Señor, que había compuesto la partitura y la había ensayado para aquella ocasión, alzó el brazo derecho y marcó un compás de espera. 
-Pero él lo duda. Si yo tuviera un secreto, ya no dudaría. ¡Y mucho más siendo secreto de Dios...! Poseer un secreto de dios debe dar mucha importancia.
La sierpe simuló quedar pensando. 
-¡Yo lo vi entrar -vociferaba el Comendador-, y, después, le seguí! La llevó en brazos hasta la alcoba, la desnudó enteramente y se metió en cama con ella. Mariana es su mujer, pero ignora que su marido es el hombre que tiene entre los brazos. ¡De modo que Don Juan se está poniendo los cuernos a sí mismo!
-En cuanto a ustedes -hablaba a los demonios de medio lado, sin concederles importancia-, no necesito que me juzguen. He muerto como don Juan, y lo seré eternamente. El lugar donde lo sea, ¿qué mas da? El infierno soy yo mismo. 
¡No fue a ellos a quienes disputaste las mujeres sino al Señor! ¡No era la ofensa de ellos lo que buscabas, sino la de Dios! Y, entonces, dime: ¿qué papel les quedaba a los padres y maridos? ¿Con qué cara iban a castigar a la seducida, si no iba nada contra ellos? (...) En nombre de los padres y maridos que dejaste en ridículo, te rechazo. Vete. 
Extractos de "Diccionario del diablo", de Ambrose Bierce
Adivinación, s. Arte de desentrañar lo oculto. Hay tantes clases de adivinación cmo variedades fructíferas del pelma florido y del bobo precoz
Admonición,s. Reproche suave o advertencia amistosa que suele acompañarse blandiendo un hacha de carnicero.
Agitador, s.Estadista que sacude los frutales del vecino...para desalojar a los gusanos. 
Alianza, s.en política internacional, la unión de dos ladrones, cada uno de los cuales ha metido hatanto la mano en el ab'lsil.lo del otro qwu eno pueden separarse para robar a un terecero.
Anormal,adj. Que no responde a la norma. En cuestiones de pensmaineto y conducta, ser independiente es ser anormal, y ser anormal es ser detestado. En consecuencia, el autor aconseja parecerse más al Hombre Medio que a uno mismo.Quien lo consiga, obtendrá la paz, la perspectiva de la muerte y la esperanza del Ingfierno. 
Australia, s.País situado en los Mares del Sur, cuyo desarrollo industrial y comercila, se ha visto increíblemente demorado por una funesta disputa entre geógraos sobre si es un continente o una isla.
Avestruz, s. Ave de gran tamaño, a quien la naturaleza (sin duda en castigo de sus pecdos) negó ese dedo posterior en el que tantos naturalistas piadosos han visto una prueba manifiesto de un planteamiento divino.La ausencia de alas que funcionen no es un defecto, porque, como se ha señalado ingeniosamente, el avestruz no vuela.
Baal, s. (...) De Babel deriva la expresión "bla-bla-blá". Cualquiera se ael nombre con que se lo adora, Baal es el dios Sol. Como Belzebú, e esl dios de las moscas, que son engendradas por los rayos solares en el agua estancada.
Batalla, s. Método de desatar con los dientes un nudo político que no pudo desatarse con la lengua. 
Bautismo,s. Rito sagrado de tal eficacia que aquél que entra en el cielo sin haberlo recibido, será desdichado por ltoda la eternidad. Se realiza con agua, de dos modos: por inmersión o zambullida, y por aspersión o salpicadura. Si la inmersión es mejor que la aspersión, es algo que los inmergidos y los asperjados deben resolver consultando la Biblia y comparando sus respectivos resfríos. 
Botánica,s. Ciencia de los vegetales, comestigbles o no. SE ocupa principalmente d elas flores, que generalmente están mal diseñadas, tienn colores poco artísticos y huelen mal. 
Caaba, s. Piedra de gran tamaño ofrecida por el arcángel Gabriel al patriarca Abraham, que se conserva en La Meca. Es posible que el patriarca le haya pedido al arcángel un pedazo de pan. 
Cagada de mosca, s. Prototipo de la puntuación. 
Cañón,s. Instrumento usado en la rectificación de las fronteras.
Cartesiano, adj. Relativo a Descartes, famoso filósofo, autor de la célebre sentencia "Cogito, ergo sum", con la que pretnedió demostrar la realidad de la existencia humana. Esa máxima podría ser perfeccionada en la siguiente forma: "Cogito cogito, ergo cogito sum" (Pienso que pienso, luego pienso que existo), con lo que estaría más cerca de la verdad que ningún otro filósofo hasta ahora.
Cerradura, s. Divisa de la civilización y el progreso.
Clérigo, s. Hombre que se encarga de administrar nuestros negocios espirituales, como método de favorecer sus negocios temporales.
Detener, v.t. Arrestar a alguien acusado de conducta insólita. "Dios hizo el mundo en seis días y se detuvo en el séptimo". Versión no autorizada de la Biblia.
Deuda, s. Ingenioso sustituto de la cadena y el látigo del negrero.
Economía,s. Compra del barril de whisky que no se necesita por el precio de la vaca que no se tiene.
Egoísta, adj. Sin consideración por el egoísmo del los demás. 
Entendimiento, s. Secrección cerebral que permite a quien la posee distinguir una casa de un caballo, gracias al tejado de la casa. Su naturaleza y sus leyes han sido exhaustiamente expuestas por Locke, que cabalgó una casa, y por Kant que vivió en un caballo.
Espalda, s. Parte del cuerpo de un amigo que uno tiene el privilegio de contemplar en la adversidad.
Espejo, s. Plano vítreo sobre el que aparece un efímero espectáculo dado para desilusión del hombre. 
Erudición, s. Polvillo que cae de un libro a un cráneo vacío. 
Eucaristía, s. Fiesta sagrada de la secta religiosa de los Teófagos. 
Frontera, s. En geografía política, línea imaginaria entre dos naciones que separa los derechos imaginarios de una, d elos derechos imaginarios de la otra.
Futuro, s.Época en que nuestros asuntos prosperan, nuestros amigos son leales y nuestra felicidad está asegurada. 
Gárgola, s. Desagüe saledizo en los tejados de los edificios medievales, que por lo común tien la forma d euna grotesca caricatura de un enemigo personal del arquitecto o del propietario. 
Geología, s. Ciencia de la corteza terrestre, que sin duda incluirá la del interior del globo cuando un charlatán salga de un pozo. Las formaciones geológicas del planeta ya observadas son: el Primario, o inferior, que está formado por rocas, huesos de mulas empantanadas, cañerías de gas, herramientas de mineros, viejas estatuas desnarigadas, doblones y antepasados. El Secundario está constituido principalmente por gusanos colorados y topos. El Terciario comprende vías férreas, pavimentos, hierbas, víboras, botines enmohecidos, botellas de cerveza, latas de tomates, ciudadanos intoxicados, basura, anarquistas e imbéciles. 
Inadmisible, adj. (...) No existe en el mundo una religión que no se funde en la evidencia de oídas. La revelación es evidencia de oídas; que las Escrituras sean la palabra de Dios, es cosa que sabemos solamente por el testimonio de hombres muertos hace mucho tiempo, cuya identidad no está claramente establecida y que no prestaron ningún tipo de juramento. 
Inmigrante, s. Persona inculta que piensa que un país es mejor que otro.
Mono, s. Animal arbóreo que se instala en los árboles genealógicos. 
Peatón, s. Para un automóvil, parte movediza del camino. 
Peripatético, adj. Que camina de aquí para allá. Relativo a la filosofía de Aristótles quien, al exponerla, caminaba de un lado a otro, para eludir las objeciones de sus discípulos. Precaución innecesaria, ya que ellos ignoraban el tema tanto como él. 
Quiromancia, s. (...) Consiste en "leer el carácter" en las líneas de las manos, ya que cada mano exhibida al quiromántico lleva escrita en sus líneas la palabra "tonto". El engaño consiste en no decirlo en voz alta. 
Sepulcro, Lugar en que se coloca a los muertos hasta que llega el estudiante de medicina. 
Silogismo, s. Fórmula lógica, que consiste en una premisa mayor, una premisa menor y una inconsecuencia. 
Tenedor,s. Instrumento usado principalmente para llevarse animales muertos a la boca.
Zenit,s. Punto del firmamento situado directamente sobre un hombre parado o un repollo que crece. 
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diccionario
lunes, 8 de noviembre de 2010
Extractos de "Introducción al pensamiento complejo", por Edgar Morin
"PRÓLOGO
En este sentido el pensamiento complejo aspira al conocimiento multidimensional. Pero sabe, desde el comienzo, que el conocimiento completo es imposible: uno de los axiomas de la complejidad es la imposibilidad, incluso teórica, de una omniciencia. 
(...)
Así es que el pensamiento complejo está animado por una tensión permanente entre la aspiración a un saber no parcelado, no dividido, no reduccionista, y el reconocimiento de lo inacabado e incompleto de todo conocimiento.
(...)
Nunca pude, a lo largo de toda mi vida, resignarme a un saber parcelarizado, nunca pude aslar un objeto de estudio de su contexto, de sus antecedentes, de su devenir. He aspirado siempre a un pensmaiento multidimensional. Nunca he podido eliminar la contradicción interior. Siempre he sentido que las verdades profundas, antagonistas las unas de las otras, eran para mí complementarias, sin dejar de ser antagonistas. Nunca he querido reducir a la fuerza la incertidumbre y la ambigüedad.
(...)
La palabra complejidad vino a mi mente vehiculizada por la Teoría de la Información, la Cibernética, la Teoría de Sistemas, el concepto de auto-organización. (...) Se liberó entonces de su sentido banal (complicación, confusión), para reunir en sí orden, desorden y organización y, en el seno de la organización, lo uno y lo diverso; esas nociones han trabajado las unas con las otras, de manera a la vez complementaria y antagonista; se han puesto en interacción y en constelación.
(...)
Si la complejidad no es la clave del mundo, sino un desafío a afrontar, el pensamiento complejo no es aquél que evita o suprime el desafío, sino aquél que ayuda a revelarlo e incluso, tal vez, a superarlo.
PARTE 1: LA INTELIGENCIA CIEGA
(...)
Las amenazas más graves que enfrenta la humanidad están ligadas al progreso ciego e incontrolado del conocimiento (armas termonucleares, manipulaciones de todo orden, desarreglos ecológicos, etc.)
(...)
Así es que, en el momento incierto de pasaje desde la visión geocéntrica (ptolomeica), a la visión heliocéntrica (copernicana) del mundo, la primera oposición entre las dos visiones residía en el principio de selección/rechazo de los datos: los geocentristas rechazaban los datos inexplicables, según su concepción, como no significativos, mientras que los otoros se fundaban en esos datos para concebir al sistema heliocéntrico.
(...)
De acuerdo a las operaciones de centramiento, jerarquización, disyunción, o identificación, la visión de la URSS cambia totalmente.
(...)
Es necesario, ante todo, tomar conciencia d ela naturaleza y de las consecuencias de los paradigmas que mutilan el conocimiento y desfiguran lo real. 
(...)
Vivimos bajo el imperio de los principios de disyunción, reducción y abstracción, cuyo conjunto constituye lo que llamo el "paradigma de simplificación". 
(...)
Más aún, el principio de disyunción ha aislado radicalmente entre sí a los tres grandes campos del conocimiento científico: la Física, la Biología, la ciencia del hombre.
(...)
Una hiperespecialización habría aún de desgarrar y fragmentar el tejido complejo de las realidades, para hacer creer que el corte arbitrario operado sobre lo real era lo real mismo. Al mismo tiempo, el ideal del conocimiento científico clásico era descubrir, detrás de la complejidad aparente d elos fenómenos, un Orden perfecto legistlador de una máquina perfecta (el cosmos), hecha ella misma de micro-elementos (los átomos) diversamente reunidos en objetos y sistemas. 
(...)
Finalmente, el pensamiento simplificante es incapaz de concebir la conunción de lo uno y lo múltiple (unitas multiplex).
(...)
Así es que llegamos a la inteligencia ciega. Ésta destruye los conjuntos y las totalidades, aísla todos sus objetos de sus ambientes.
(...)
Mientras los medios producen la cretinización vulgar, la Universidad produce la cretinización de alto nivel. 
(...)
La incapacidad para concebir la complejidad de la realidad antropo-social, en su micro-dimensión (el ser individual) y en su macro-dimensión (el conjunto planetario de la humanidad), ha conducido a infinitas tragedias y nos condujo a la tragedia suprema.
(...)
La complejidad es, efectivamente, el tejido de eventos, acciones, interacciones, retroacciones, determinaciones, azares, que constituyen nuestro mundo fenoménico.
(...)
El cosmos no es una máquina perfecta, sino un proceso en vías de desintegración y, al mismo tiempo, de organización.
(...)
Habría que sustituir al paradigma de disyunción/reducción/unidimensionalización por un paradigma de distinción/conjunción que permita distinguir sin desarticular, asociar sin identificar o reducir. 
(...)
Llevaría en sí el principio de la Unitas multiplex, que escapa a la unidad abstracta por lo alto (holismo) y por lo bajo (reduccionismo).
(...)
Estamos siempre ne la prehistoria del espíritu humano. Sólo el pensamiento complejo nos permitiría civilizar nuestro conocimiento.
(...)
Bachelard, el filósofo de las ciencias, había descubierto que lo simple no existe: sólo existe lo simplificado. La ciencia construye su objeto extrayéndolo de su ambiente complejo para ponerlo en situaciones experimentales no complejas. La ciencia no es el estudio del universo simple, es una simplificación heurística necesaria para extraer ciertas propiedades, ver ciertas leyes.
(...)
PARTE 2: EL DISEÑO Y EL DESIGNIO COMPLEJOS
Su estructura explicativa es aún la de la física del siglo XIX, y su ideología implícita es siempre la del Cristianismo y el Humanismo occidentales: la sobre-naturaliad del Hombre.
(...)
No queríamos darnos cuenta que las amarras de nuestra concepción del mundo venían de destruirse en los dos infinitos, que nosotros no estábamos, en nuetra "banda media", en el terrerno firme de una isla rodeada por el océano, sino sobre una alfombra voladora.
(...)
lo simple(las categorías de la Física clásica que constituyen el modelo de toda la ciencia) no es más el fundamento de todas las cosas, sino un pasaje, un momento entre dos complejidades, la complejidad micro-física y la complejidad macro-cosmo-física.
(...)
en este último sentido, el campo de la Teoría de Sistemas es, no solamente más amplio que el de la Cibernética, sino de una amplitud que se extiende a todo lo congnoscible.
(...)
Dos consecuencias capitales se desprenden, entonces, de la idea de sistema abierto: la primera es que las leyes de organización de lo viviente no son de equilibrio, sino de desequilibrio, retomado o compensado, de dinamismo estabilizado. La segunda consecuencia, quizá más importante, es que la inteligibilidad del sistema debe encontrarse no sólo en el sistema mismo, sino también en su relación con el ambiente, y esa relación no es una simple dependencia, sino que es constitutiva del sistema. 
(...)
La puerta está, de allí en más, abierta hacia una Teoría de Sistemas auto-eco-organizadores, por cierto abiertos ellos mismos (porque lejos de escapar a la apertura, la evolución hacia la complejidad la acrecienta), es decir, de sistemas vivientes.
(...)
En ciertas teorías, notablemente en Freud, donde el yo es un sistema abierto al mismo tiempo sobre el ello y el superyo, no pudiendo constituirse más que a partir de uno y otro, manteniendo relaciones ambiguas pero fundamentales con uno y otro; la idea de personalidad, en la Antropología Cultural, implica igualmente que ésta sea un sistema abierto sobre la cultura (pero desafortunadamente, enesa disciplina, la cultura es un sistema cerrado).
(...)
se trata, de hecho, de producir una revuelta epistemológica a partir de la noción de sistema abierto. "Los que viven en el universo clasificatorio operan con el supuesto de que todos los sistemas son cerrados, a menos que se especifique lo contrario".
(...)
La información surgió con Hartley y, sobre todo con Shannon y Weawer, en su aspecto, por una parte, comunicaciones (se trataba dela transmisión de mensajes y se ha encontrado integrada en una Teoría de la comunicación); por otra parte, en su aspecto estadístico (basado en la probabiliad o, más bien, la improbabilidad de aparición de tal o cual unidad elemental portadora de información, o binary digit, bit). Su primer campo de aplicación fue su campo de emergencia: la Telecomunicación.
(...)
La reproducción (mediante el ADN) podía entonces ser concebida como la copia de un mensaje, es deicr, una emisión-recpción incorporable al cuadro de la Teoría de la Comunicación: uno podía asimilar cada uno de los elementos químicos a unidades discretas desprovistas de sentido (como los fonemas o las letras del alfaberto), combinándose en unidades complejas dotadas de sentido (como las palabras).
(...)
De allí la idea explicitada por Brillouin de que habiá una equivalencia entre la información y la entropía negativa o neguentropía. Es decir que la neguentropía no es nada más que el desarrollo de la organización, de la complejidad. Reencontramos aquí de nuevo el lazo entre organización e información, sumado a un fundamento teórico que permite aprehender el ligamento y la ruptura entre el orden físico y el orden viviente. 
(...)
La Cibernética, la Teoría de Sistemas, la Teoría de la Información, cada una a su manera, en su fecundidad e insuficiencias, piden por una Teoría de la Organización.
(...)
Partiendo del organismo, el organicismo hace de él el modelo ya sea de macrocosmos (concepción organicista del universo), ya sea de la sociedad humana; así es que toda una corriente sociológica, en el siglo último, quiso ver en la sociedad una anaogía del organismo animal, investigando minuciosamente las equivalencias entre vida biológica y social.
(...)
Pero el organizacionismo no se esfuerza por revelar las analogías fenoménicas, sino por encontrar los principios de organización comunes, los principios de evolución de esos principios, los caracteres de su diversificación.
(...)
El organicismo romántico, como aquél del Renacimiento, como aquél del pensamiento chino, ha pensado siempre que el organismo obedece a una organización compleja y rica, que no puede ser reducida a leyes lineales, a princiios simples, a ideas claras y distintas, a una visión mecanicista. 
(...)
Es allí donde aparecen los rasgos fundamentales inexistentes en las máquinas artificiales: una relación nueva corespecto a la entropía, es decir una aptitud, que no sería ma´s que temporaria, para crear neguentropía, a partir de la entropía misma; una lógica mucho más compleja y sin duda diferente de aquella de toda máquina artificial. 
(...)
La organización viviente, es decir la auto-oranización, está más allá d elas posibiliadades actuales de aprehensión de la Cibernética, la Teoría de Sistemas, la Teoríá de la Información y aún del concepto de organización que propone Piaget.
(...)
Hay, por tanto, opuestamente al caso de la máquina artificial, gran confiabilidad del conjunto y débil confiabilidad de los constituyentes. 
(...)
(nota mía: el ruido puede ser creativo)
(...)
El objeto cibernético, tratándose de la máquina artificial, dispone de una organización ligada a su principio de organización; pero ese principio es externo, debido al hombre. Es aquí que la individualidad del sistema viviente se distingue de aquella de otros sistemas cibernéticos.
(...)
Mientras que el sistema cerrado no tiene nada de invidivualidad, ni de intercambios con el exterior, y establece relaciones muy pobres con el ambiente, el sistema auto-eco-organizador tiene su individualidad misma ligada a relaciones muy ricas, aunque dependientes, con el ambiente. Necesita alimentos, materia/energía, pero también información, orden (Schrödinger). el ambiente está dentro de el individuo. El sistema auto-eco-organizador no puede bastarse a sí mismo, no puede ser totalmente lógico más que introduciendo en sí mismo, al ambiente ajeno. No puede completarse, cerrarse, bastarse a sí mismo. 
(...)
Con von Neumann aparece el carácter fundamental del concepto de complejidad junto con los fenómenos de auto-organización. 
(...)
En un sentido, la complejidad siempre está relacionada con el azar.
(...)
La complejidad está así ligada a una cierta mezcla de orden y de desorden, mezcla íntima, a diferencia del orden/desorden estadístico, donde el orden (pobre y estático) reina a nivel de las grandes poblaciones, y el desorden (pobre, por pura indeterminación) reina a nivel de las unidades elementales.
(...)
El problema teórico de la complejidad es el de la posibilidad de entrar en las cajas negras. Es el de considerar la complejidad organizacional y la complejidad lógica. 
(...)
Lo propiamente científico era, hasta ahora, eliminar la imprcisión, la ambigüedad, la contradicción. Pero hace falta aceptar uan cierta imprecisión y una imprecisión cierta, no solamente en los fenómenos sino también en los conceptos. 
(...)
Hay que reconocer fenómenos inexplicables, como la libertad o la creatividad, inexplicables fuera del cuadro complejo que permite su aparición. 
(...)
Trataremos de considerar las líneas, las tendencias de la complejización creciente, lo que nos permitirá, muy groseramente, determinar los modelos de baja, media y alta complejidad, en función de desarrollode la auto-organización (autonomía, individualidad, riquezas de relación con el ambiente, aptitudes para el aprendizaje, inventiva, creatividad, etc.) Pero, finalmente, llegaremos a considerar, a partir del cerebro humano, los fenómenos verdaderamente sorprendentes de muy alta complejidad, y a proponer como noción nueva y capital para considerar el problema humano, a la hipercomplejidad.
(...)
El sujeto emerge al mismo tiempo que el mudno. Emerge desde el punto de partida sistmémico y ciebernético, allí donde un cierto número de rasgos propios de los seres humanos (finalidad, programa, comunicación, etc.) son incluidos en el objeto-máquina.
(...)
cuando, sobre todo, el término "auto" lleva en sí la raíz de la subjetividad. 
(...)
La auto-referencia llevará a la conciencia de sí, que la auto-reflexividad llevará a la reflexión, en suma, a que aparecieran "sistemas dotados d euan capacidad de auto-organización tan elevada como para producir una misteriorsa cualidad llamada conciencai de sí (conciousness or self-awareness).
(...)
lleva en sí la brecha, la fragmentación, la pérdida, la muerte, el más allá.
(...)
La ciencia occidental se fundó sobre la eliminación positivista del sujeto a partir de la idea de que los objetos, al exsitir independientemente del sujeto, podían ser observados y explicados en tanto tales. La idea de universo de hechos objetivos, liberados de todo juicio de valor, de toda deformación sujetiva, gracias al método explrimiental y a los procedimientos de verificación, ha permitido el desarrollo prodigioso de la ciencia moderna. 
(...)
El encuentro entre sujeto y objeto anula siempre a uno de los dos términos: o bien el sujeto se vuelve "ruido" (noise), falto de sentido, o bien es el objeto, en última instancia el mundo, el que se vuelve ruido: que importa el mundo "objetivo" para quien entiende al imperativo categórico de la ley moral (Kant), para quien vive el temblor existencial de la angustia y de la búsqueda (Kierkegaard).
(...)
La idea de universo puramente objetivo está privada no sólo de sujeto, sino también de ambiente, de más allá; es una idea de una extrema pobreza, cerrada sobre sí misma, que no reposa sobre nada queno fuera el postulado de la objetivdida, rodeada por un vaciói insondalbe que tine en su centro, allá donde está el pensamiento de este universo, otro vaciío insondable. 
(...)
Pero si el sujeto refleja al mundo, eso puede también significar que el mundo refleja al sujeto.
(...)
Así es que el mundo está en el interior de nuestro espíritu, el cual está en el interior del mundo. En este proceso, sujeto y objeto son constitutivos uno del otro. 
(...)
La consideración del eco-sistema social nos permite distanciarnos de nosotros mismos, mirarnos desde el exterior, objetivarnos, es decir, reconocer, al mismo tiempo, nuestra subjetividad.
(...)
Según Niels Bohr una limitación al conocimiento se transforma en una ampliación del mismo, cobra su pleno sentido epistemológico y teórico.
(...)
Verdades biodegradables, mortales, es decir, vivientes (sg. paradigma de Kuhn. Ver libro de Chalmers).
(...)
La imaginación, la iluminación, la creación, sin las cuales el progreso de la ciencia no hubiera sido posible, no entraban en las ciencias más que ocasionalmente: eran, lógicamente, no dignas de atención, y, epistemológicamente, siempre condenables. 
(...)
[Algunos comentarios míos:
No diría lo mismo un estructuralista, que consideraría que lo importante como objeto de estudio es lo inmanente, el texto, no su contexto ni nada que no sea meramente referido a un objeto meramente objetivable, excluyendo al sujeto y al resto del entorno fenoménico donde nace el texto.
problema: la no aceptación del principio de indeterminación o del azar, p.ej. Einstein: "Dios no juega a los dados". Hawking: "Dios sí juega a los dados".]
(...)
teorema de Gödel: brecha lógica de la indecibilidad.
[Libro de Chalmers: ¿Qué es la ciencia?]
CAPÍTULO 3: EL PARADIGMA DE LA COMPLEJIDAD
No es sólo la sociedad compleja, sino también cada átomo del ser humano.
(...)
"¿Pero señor Laplace, qué hace usted ocn Dios en su sistema?", Laplace responde: "Señor, yo no necesito esa hipótesis". Para Laplace, el mundo es una máquina determinista verdaderamente perfecta, que se basta a sí misma. 
(...)
El principio de simplicidad o bien separa lo que está ligado (disyunción), o bien unifica lo que es diverso (reducción).
(...)
Van a crearse también los núcleos de helio, de hidrógeno, y luego otros procesos debidos, evidentemente, a la gravitación, van a reunir a los polvos de partículas y esos polvos van a concentrarse cada vez más hasta llegar a un momento en el que, al incrementarse el calor, se generará una temperatura de explosición mediante la cual se producirá el alumbramiento de las estrellas, y esas mismas estrellas se auto-organizarán entre implosión y explosión. 
(...)
Vivir, de alguna manera, es morir y rejuvenecerse sin cesar. Dicho de otro modo, vivios de la muerte de neustras células, así como una sociedad vive de la muerte de sus individuos, lo que le permite rejuvenecer.
(...)
En la visión tradicional de la ciencia en la cual todo es determinista, no hay sujeto, no hay conciencia, no hay autonomía.
(...)
El hecho de poder decir "yo", de ser sujeto, es ocupar un sitio, una posición en la cual uno se pone en el centro de lo que uno puede llamar egocentrismo. La complejidad individual es tal que, al ponernos en el centro de nuestro mundo, ponemos también a los nuestros.
(...)
Ser sujeto, es ser autónomo siendo, al mismo tiempo, dependiente. Es ser algo provisorio, parpadeante, incierto, es ser casi todo para sí mismo, y casi nada para el universo. 
(...)
Si tenemos sentido de la compleidad, tenemos sentido de la solidaridad. Más aún, tenemos sentido del carácter multidimensional de toda realidad. 
(...)
La racionalidad, de algún modo, no tiene jamás la pretensión de englobar la totalidad de lo real dentro de un sistema lógico, pero tiene la voluntad de dialogar con aquello que lo resiste. Como lo decía ya Shakespeare: "Hay más cosas en el mundo que en toda nuestra filosofía". El universo es mucho más rico que lo que las estructuras de nuestro cerebro, por más desarrolladas que sean, puedan concebir. 
(...)
Nosotros mismos, que vivimos en una cultura que desarrolló ciertas áreas de racionalidad, como la Filosofía o la ciencia, vivimos también imbuidos de mitos, de magia, pero de otro tipo, de otra clase. Tenemos, entonces, necesidad de una racionalidad autocrítica, que pueda ejercer un comercio incesante con el mundo empírico, el único corrector del delirio lógico. 
(...)
Tanto la lógica de Tarski como el teorema de Gödel nos dicen que ningún sistema es capaz de auto-explicarse totalmente a sí mismo n ide auto-probarse totalmente.
CAPITULO 4: LA COMPLEJIDAD Y LA ACCIÓN
La estrategia saca ventaja del azar y, cuando se trata de estrategia con respecto a otro jugador, la buena estrategia utiliza los errores del adversario. 
(...)
El azar no es solamente el factor negativo a reducir en el dominio de la estrategia. Es también la suerte a ser aprovechada.
(...)
El dominio de la acción es muy aleatorio, muy incierto. Nos impone una conciencia muy aguda de los elementos aleatorios, las derivas, las bifurcaciones, y nos impone la reflexión sobre la complejidad misma. 
(...)
Una visión simplificada lineal resulta fácilmente mutilante. Por ejemplo, la política del petróleo crudo tenía en cuenta únicamente al factor precio sin considerar el agotamiento de los recursos, la tendencia a la independencia de los países poseedores de esos recursos, los inconvenientes políticos.
(...)
Lo importante, es lo que sucede en momentos de crisis, en momentos de decisión, en los que la máquina se vuelve no trivial: actúa de una manera que no podemos predecir. 
(...)
Toda crisis es un incremento de las incertidumbres. La predictibilidad disminuye. Los desórdenes se vuelven amenazadores.
(...)
La complejidad no es una receta para conocer lo inesperado. Pero nos vuelve prudentes, atentos, no nos deja dormirnos en la mecánica aparente y la trivialidad aparente de los determinismos. 
(...)
La complejidad se sitúa en un punto de partida para una acción más rica, menos mutilante. yo creo profundamente que cuanto menos mutilante sea un pensamiento, menos mutilará a los humanos. Hay que recordar las ruinas que las visiones simplificantes han producido, no solamente en el mundo intelectual, sino también en la vida. Suficientes sufrimientos aquejaron a millones de seres como resultado de los efectos del pensamiento parcial y unidimensional."
TO BE CONTINUED...
[Comentarios míos al prólogo:
¿Lo intelectual evoca...? depende de a quién. Lo intelectual, así, presupone un método, un camino, una búsqueda, un laberinto, pero ¿por qué va a ser ordenado, acaso no puede ser una búsqueda ordenada pero dentro de múltiples posibilidades o caminos, como un camino al que se llega desde muchos otros posibles, caminos desconocidos? Y en ese desconocimiento, el proceso científico es donde pienso reside la aventura del conocimiento.]
¿Lo intelectual evoca...? depende de a quién. Lo intelectual, así, presupone un método, un camino, una búsqueda, un laberinto, pero ¿por qué va a ser ordenado, acaso no puede ser una búsqueda ordenada pero dentro de múltiples posibilidades o caminos, como un camino al que se llega desde muchos otros posibles, caminos desconocidos? Y en ese desconocimiento, el proceso científico es donde pienso reside la aventura del conocimiento.]
viernes, 29 de octubre de 2010
Extractos de "Diarios (1984-1989), por Sándor Márai
"Empieza el año que da título al éxito de ventas de Orwell. Si bien su vaticinio no se ha cumplido, a cambio se ha impuesto la realidad diaria: el terror nuclear.
(...)Década de 1810: el planeta albergaba aproximadamente mil millones de habitantes; para el albor del nuevo milenio con toda probabilidad la cifra rondará los seis mil millones. En el siglo XIX se proclamó con orgullo que era posible dar la vuelta al mundo en ochenta días; hoy basta con noventa minutos.
(...)
En cambio, hoy en día la erudicíón ha dejado de representar un sacrificio; si uno no lo sabe todo acerca de lo que habla, es por simple pereza. la auténtica virtud reside en ofrecer algo nuevo y original a partir de estos conocimientos previos. Los tomos de las enciclopedias son ladrillos que tanto pueden servir para levantar presidios como catedrales. Ya no es difícil saber, pero crear algo nuevo a partir de los datos sigue siendo tan arduo hoy como lo ha sido siempre.
(...)
Lincoln dijo que cumplidos los cuarenta cada hombre es responsable de su cara. En un sentido existencial eso es cierto: el hombre no es el que nace, sino el que se hace. Sin embargo a los ochenta, uno ya no es responsable de sus facciones: la personalidad y la conciencia discurren ajenas a las fuerzas que las conforman. 
(...)
La única protección eficaz contra la miseria es la modestia.
(...)
Algunas palabras tienen una fuerza destructora tan densa como el cianuro.
(...)
El valor de una obra no reside en la procedencia del ladrillo y las tejas con que se ha erigido, sino en lo que el autor construye con esos materiales.
(...)
En el océano se encuentra todo, hasta la patria.
(...)
A orillas del océano, bajo un cielo plúmbeo que presagia temporal, me quedo contemplando una vieja gaviota que, inmóvil, observa la costa: centinela del infinito. Las patas como sarmientos sostienen el cuerpo y el abundante plumaje; el pico duro y ganchudo, su arma acerada para batallas acuáticas y terrestres, corta el aire como un puñal, y dos ojillos de fulgor oscuro, uno en cada lado de la cabeza, miran simultáneamente a derecha e izquierda. No ve hacia el frente, no conoce otro horizonte que la perspectiva conjunta del hemisferio derecho e izquierdo. Es como el ideólogo que sólo sbe dividir la humanidad en dos categorías absolutas: la derecha o la izquierda. Sin embargo, es posible ver hacia delante... Para ello sólo es preciso tener dos dedos de frente y los ojos adecuadamente dispuestos.
(...)
La prueba de la democracia es el duelo; el bendito pueblo no juzga la capacidad política d elos candidatos, sino si son apuestos o no, si saben encontrar el punto flaco del contrincante y soltarle cuatro verdades, si saben actuar, cómo es su mímica, sus gestos...  Ese duelo de juglares me asusta.
(...)
En estos tiempos en que los satélites giran en torno a la Tierra a una velocidad de 38.000 km/h, el Star of India demuestra la extraordinaria capacidad que ha tenido el hombre cuando, con voluntad de hierro, ha emprendido un viaje por tierra y por mar, o incluso se ha propuesto dar la vuelta al planeta. No existen límites, excepto el propio ser humano.
(...)
La religión institucionalizada pierde justamente la esencia de la religión. Algo similar ocurre al institucionalizar la literatura y el arte: su esencia se evapora.
(...)
En California este clima es un intruso, un mocoso que se presenta sin avisar en casa de una familia burguesa de buenas costumbres y se comporta como un completo grosero, lanza escupitajos a la alfombra y suelta tacos.
(...)
Aristóteles. Durante veinte años recibió las enseñanzas de Platón, pero después decidió que la Forma era más fiable que la Idea. Sus escritos sobre lógica y metafísica me cansan, pero sus reflexiones acerca de la naturaleza me refrescan. Por ejemplo, cuando afirma que los peces también duermen. Eso sí que no lo sabía.
(...)
A veces me siento como un recuerdo de mí mismo.
(...)
Aristóteles (...) elogia a los gordos porque, según él, tienen "más humores" en el cuerpo.
(...)
Bertrand Rusell consideraba más legítimas las matemáticas que la misma realidad.
(...)
En general los mamíferos piensan que la propiedad privada es un derecho natural.
(...)
Chesterton: "The Universe is the most exquisite masterpiece ever constructed by nobody". (El Universo es la obra de arte más exquisita jamás construida por nadie.)
(...)
Las emisiones deportivas son la arteriosclerosis absoluta de una civilización.
(...)
En el supermercado de la muerte los clientes echan una  carrera en silla de ruedas. Algunos cadáveres se han vestido de gala. Lo aceptaré todo, excepto esto, la muerte consumista.
(...)
Venimos de la nada y desaparecemos en la nada. Lo demás son fantasmagorías infantiles.
(...)
Yo no sé nada. Entre mil millones de cuerpos celestes, innumerables, en un planeta se produce la reacción química que permite la vida. La conciencia se asienta en un organismo biológico. Lo demás son tonterías. 
(...)
La verdad es que me siento tentado a abandonar este mundo, porque ella [su mujer] no me necesita ni se da cuenta de mi presencia. 
(...)
Literalmente "exhaló el último suspiro". Me quedé durante media hora más junto a su lecho, contemplándola. no estaba seria ni hermosa, sólo diferente. Como si todo el maquillaje de la vida -ira, dolor, alegría, tristeza-, todo lo que reviste el rostro humano, se hubiera borrado. Sólo capté en ella serenidad y nobleza, dos rasgos que siempre quedan ocultos en la cara de los vivos.
(...)
Lo que quedó de ella, ese puñado de cenizas, desapareció en el Pacífico; millones de motas de polvo. Al menos es higiénico. El fuego y el agua son higiénicos. La idea de la putrefacción en la tierra, un cuerpo devorado por los gusanos... me repugna. Así todo es mejor. Desaparecer, sin ruido, es todo lo que uno puede hacer.
(...)
Esa situación vergonzosa es la vida, una ilusión grotesca.
(...)
La idea de la "literatura" me hastía. Las palabras no sirven más que para ocultar la realidad, no para revelarla.
(...)
La oficina de estadística de las Naciones Unidas ha emitido un informe según el cual, entre 1974 y 1986, el número de habitantes del planeta ha pasado de cuatro mil millones a cinco mil millones. en 1999 -según el mismo informe- alcanzará los seis mil millones.
(...)
A veces resuena el eco del verso de Babits: "Tal vez no sea gran cosa la muerte." Es posible. Acaso estaba en lo cierto, teniendo en cuenta que todo el mundo ha pasado por ello y  nadie ha presentado una queja a posteriori.
(...)
"Temer la muerte." Lo que temo es que la muerte sea aburrida."
Extractos de "El mito y el concepto de realidad", por Hans Blumenberg
"El mito no requiere decisiones, no exige renuncias. Sigmund Freud interpretó [en Moisés y la religión monoteísta] la prohibición de imágenes del Antiguo Testamento como una enorme "represión del instinto" como punto de partida hacxia las gracndes abastracciones teológicas que van mucho más allá de una simple reducción del politeísmo al monoteísmo y que hallan su coronamiento en la historia tardía de la teología en la escolástica. 
(...)
La tradición mitológica parece fundarse en la variación y en lo inagotable de su contenido inicial, susceptible de ser continuamente recreado y modificado hasta el extremo de volverse irreconocible, como las variaciones musicales.
(...)
La tradición mitológica proporciona pruebas de la fantasía, parámetros para sus temeridades; remito a la obligada cita poética del viaje a los infiernos del héroe de la épica, incluida su variante fáustica del descenso a las madres. 
(...)
No olvidemos quer la blasfemia es además un correlato del miedo a los poderes, una práctica mágica para, tal vez, descubrir su velada impotencia. Si Zeus era un viejo dios de la tormenta con atributos aterrorizantes, no podí existir una mayor libertad para salirse de una "dependencia absoluta" que contar de él aquellas hitorias que le hacían parecer más humano que cualquier hombre. Apolo, en su origen el "corruptor", se convirtió en un dios luminoso, francamente amable, y su madre Leto era, en su origen, una deidad de aquel espacio habitado por el terror, la noche. 
(...)
Los principios absolutos hacen que nos quedemos literalmente mudos. 
(...)
La gestación de los mitos empieza sólo con la "humanización de la idea de dios", o sea, tras haber superado los antiguos temores a los dioses terribles y zoomorfos.
(...)
Sin el recuerdo de los terrores y su byugaciones que llegó a superar, no se entendería la libertad del mito en su especifidad: como placer de variación frente al poder de la repetición.
(...)
una época que busca incesantemente afianzarse en la teoría.
(...)
Como contraste con los esfuerzos de estos realismos, valga la frase de Kafka: "la verdadera realidad nunca es realista".
(...)
[que yo sepa no hay ningún mortal que se pueda preciar de haber visto o inventado una figura más divina que la humana.]
(...)
Leibniz argumenta de una manera apenas diferente a la de la mística del siglo XVI. Sólo fue capaz de oponer a la hipótesis de un engaño universal la posiblidad de resignarse a la consistencia de los fenómenos -aunque ésta sólo fuese la de un sueño- y no preocuparse de una posible ruptura de esta consistencia, lo cual supondría un fracaso de la conciencia de realidad.
(...)
Si bien el mito se pregunta por el "Altísimo", no lo hace precisamente en el sentido filosófico de lo impensable.
(...)
Fontenelle no tiene en cuenta que es precisamente esto lo que caracteriza al mito, a saber, que, al tratar de un inicio, hace olvidar el inicio, y que en ello no sólo reside una diferencia cuantitativa respecto de la filosofía, sino una disposición elemental a no dejarse llevar hacia el abismo de lo Absoluto.
(...)
Habría que preguntarse por el potencial mitológico que subyace al cristianismo mismo.
(...)
Lo divino desvela ser lo ancestralmente humano, se reconoce el mito como forma apócrifa de la historia. 
(...)
La mitología, en su función de despotenciación de aquello que atemoriza "como reacción al pensamiento más aterrante y angustioso", es algo que también observó el etnólogo moderno (B.Malinowski) con la legitimidad del "investigador de campo": "[...] la idea de la muerte está cargada de terror, del deseo de ahuyentar su amenaza, de la vaga esperanza de poder, antes que explicarlo, más bien explicándolo alejarlo, convertirlo en irreal y negarlo sistemáticamente" (op. cit.,p. 192).
(...)
Por supuesto que no se puede omitir que el movimiento circular posee una dignidad racional sólo en la medida en que retiene en su movimiento el ideal de reposo autárquico. 
(...)
En mi opinión, la época moderna ya había dado entretanto con otra figura cuya insistencia demiúrgica convirtió el regreso definitivo en un arabesco, mientras que su fascinación consiste en convertir en partria propia uun mundo extraño e inóspito: Robison Crusoe. Exceptuando al Fausto, ninguna otra figura ha alcanzado la condición de pregnancia mítica y de incitación a una correspondencia receptiva. 
(...)
Entendiendo la realidad como cosmos, desde su antítesis respecto del caos, la estable imporbabilidad de la forma esférica y de la órbita supone la máxima distancia respecto de la amenaza del caos.
(...)
La alternativa a la repetición cósmica es únicamente el caos. 
(...)
Lo ilimitado, como lo indetermindado, también sería lo decididamente impensable; por ende, Dios, en tanto que  su poder fuese ilimitado, no se podría siquiera pensar a sí mismo. El supremo atributo que le otorga la antigua metafísica, el ser pensamiento que se piensa a sí mismo se habría vuelto contradictorio.
(...)
La armonización del ciclo mítico con la libertad relativa a la salvación de los sujetos individuales consiste en que, si bine en cada curso del mundo se adjudican los mismos "puestos" en el sistema desde el Ángel hasta Satán, su repartición, en cambio, es el resultado del juicio emitido sobre la época precedente.
(..)
Catarsis significcaría superar los sentimientos arcaicos del temor a los dioses, así como la ofuscación provocada por ellos, pero también la compasión para con los culpables, sin culpa, de la mímesis como anámnesis. 
(...)
Este acto de conclusión sigue siendo una categoría de la recepción del mito: tan sólo entregándolo todo, habrían sobrevivido sus poderes imaginarios. Entre éstos también se cuentan las atrevidas formas de la variación y de la vaga alusión, e incluso el blasfemo fortalicimiento con el que el mago ha intentado desde antiguo asegurarse la inactividad o la impotencia de los dioses. 
(...)
Admitir la mitología, era, a un tiempo y ante todo, una señal de victoria segura. La cultura de la antigüedad, bajo la forma que la polémica cristiana de época cristiana de época había calificado de demoníaca, fue conducida, por así decir, como una cautiva en el desfile triunfal del a nueva era. La interpretación en sentido cristiano, la alegoresis, ya no era obligatoria. 
(...)
"Was aber derselbingen Verstand seye davon gibt es unendlich viel disputirens" ("pero qué sea del entendimiento, de eso sí que cabría discutir eternamente")."
viernes, 22 de octubre de 2010
extractos de "La escritura o la vida", por Jorge Semprún
"La mayoría de ellos [los deportados] sólo vivía debido a la inercia: luz debilitada de una estrella muerta, su mirada.
(...)
La congoja inmunda, la vergüenza de su cuerpo delicuescente eran perfectamente legibles en ellos. Pero también una llama de dignidad, de humanidad derrotada aunque incólume. El destello inmortal de una mirada que constata que la juete se acerca, que sabe a qué atenerse, que calibra cara a cara los peligros y los envites, libremente: soberanamente.
(...)
J'ai pesé de tout mon désirsur ta beaté matinale...
(...)
Jamás podré contemplar las figuras de Giacometti sin acordarme de los extraños paseantes de Buchenwald: cadáveres ambulantes en la penumbra azulada del barracón de los contagiosos; cohortes inmemoriales alrededor del edificio de las letrinas del Campo Pequeño.
(...)
Le cuento la historia de Hans, que acabo de inventar, para, en suma, ayudarle a vivir.
(...)
Ô mort, vieux capitaine, il est temps levons l'ancre...
(...)
Era algo completamente distinto: una música de acordeón tocada, indudablemente, por un ruso. Sólo un ruso podía extraer de este instrumento una música semejante, frágil y violenta, esa especie de vals tempestad: estremecimiento de abedules en el viento, de trigales en la estepa sin fin.
(...)
A lo largo de ltodo el verano del regreso, del otoño, hasta el día soleado, en Ascona, en el Tesino, cuando decidí abandonar el libro que trataba de escribir, las dos cosas que pensaba que me atarían a la vida -lae scriura, el placer- me alejaron po rel contrario de ella, me remitieron sin cesar, día tras día, a la memoria de la muerte, me devolvieron a la asfixia de la memoria.
(...)
Vi entonces entre sus manos el volumen de René Char, Seuls demeurent.
(...)
Beauté je me porte a ta rencontre dans la solitude du froid. Ta lampe est rose, le vent brille. Le seuil du soir se creuse...
(...)
Il y a dans ce monde nouveau tant de genspour qui plus jamais ne sera naturelle la douceuril y adans ce monde ancien tant et tant de genspour qui toute douceur est désormais étrangeil y a dans ce monde ancien et nouveau tant de gensque leurs propes enfants ne pourront pas comprendre
Oh vous qui passezne reveillez pas cette nuit les dormeurs...
(...)
Aunque hayan adivinado lo que te está sucediendo, lo que te está sumergiendo, aniquilando. Nada jamás desviará el curso de este sueño, el flujo de esta laguna Estigia.
"Tutto è ora volto in caos: sono solo al centro di un nulla grigio e torbido, ed ecco, io so che cosa questo significa, ed anche di averlo sempre saputo: son odi nuevo in Lager, e nulla era vero all'infuori del lager. il resto era breve vacanza, o inganno dei sensi, sogno: la gamiglia, la natura in fiore, la casa..."
Imposible expresarlo mejor que Primo Levi.
(...)
Al igual que Primo Levi, en su notable entrevista con Roth, añadiría a esos elementos objetivos un factor subjetivo: la curiosidad. Le ayuda a uno a resistir d euna forma no evaluable, por supuesto, pero sin duda decisiva.
(...)
Stukateur ["estucador"], pues: ese era el santo y seña que me había abierto otra vez las puertas de la vida.
(...)
Pese al sonido estridente de los pitidos, a lo lejos, la noche era hermosa, apacible, serena. El mundo se ofrecía a mí en el misterio radiante d euna oscura claridad lunar. Tuve que detenerme para recuperar el aliento. El corazón me latía muy fuerte. Me acordaré toda mi vida de esa felicidad insensata, me dije para mis adentros. De esta belleza nocturna."
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